A la hora de concertar los objetivos individuales con tus colaboradores, conviene recordar las siguientes directrices:
Los objetivos siempre deben ser escritos en un estilo sencillo y conciso.
Los objetivos deben ser «útiles», definiendo un resultado a alcanzar.
Los objetivos deben ser «medibles», cuantificables y acompañados de una escala de tiempo.
Los objetivos deben ser desafiantes, pero realistas.
Los objetivos deben ser aceptados.
Los objetivos suponen una negociación.
Un objetivo cuyo objetivo es la calidad debe ser ponderado de la misma forma que uno cuyo objetivo sea la cantidad.
Los objetivos individuales deben estar alineados con los del equipo.
Los objetivos no deben ser demasiado numerosos, marcando prioridades.
La consecución de los objetivos supone una obligación.
Publicado por Crear Talento link
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