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Un emprender es, por encima de todo, un líder, alguien que toma decisiones. Debe estar comprometido con el proyecto y la empresa, asumir riesgos, y hacer cosas que son impopulares. Sus plabaras son importantes, pero son sobre todo sus hechos los que definen si son un gran líder o no.

Una compañía que no tiene un gran líder al frente, se enfrenta a la posibilidad de tener a los trabajadores agotados, faltos de motivación, o sin confianza. Se habla y se escribe mucho sobre las cualidades que deben tener los grandes líderes, pero ¿qué características desacreditan a un líder? Jeff Schmitt presenta en un artículo en Forbes las cualidades que diferencian a un líder valiente de un farsante.

1. Hablar mal de alguien a sus espaldas

Hay líderes que hablan mal de otras personas cuando no están presentes. Desprecian su trabajo, sus capacidades, o cualquier cosa. Esas palabras minan la moral del resto de trabajadores, pues no saben lo que pueden estar hablando de ellos cuando no están presentes. Pierden la autoridad moral para liderar.

2. Esquivar el trabajo

A la hora de trabajar… desaparecen. Se cogen vacaciones en los momentos de más trabajo, se escabullen o se refugian en su despacho. Cuando surgen conflictos se excusan para ausentarse. Envían un mensaje claro y peligroso: búscate la vida porque estás solo; no cuentes conmigo.

3. Evitar las decisiones difíciles

«Este no es el momento adecuado», «no puedo hacer nada», etc. Los líderes cobardes no deciden. Van a buscar excusas para no tomar ninguna decisión. Viven en el corto plazo, permitiendo que los problemas se agraven.

4. No escuchar

Se creen por encima de todos los demás, por lo que no escuchan. Evitan discusiones y se niegan a debatir con quien los cuestione. De esta manera, se desperdicia el talento de los trabajadores, e incluso de los propios dirigentes.

5. Falta de disciplina

La mayoría de líderes no tienen problemas para castigar a los empleados «descontentos». El problema llega a la hora de actuar contra sus allegados. El mal líder oculta los problemas provocados por sus amigos.

6.No pensar por sí mismo.

A veces, los líderes se camuflan en medio de los trabajadores, tratando de llevarse bien. Creen que estar al mismo nivel es más seguro. Evitan conflictos, pero no ejercen como líderes.

7. No crecer o evolucionar

El mundo cambia muy rápido, y si los líderes no aprender, no mejoran, no evolucionan… se ven expuestos a quedar retrasados. El buen líder tiene que ser consciente de que las alternativas no son amenazas, porque de lo contrario arrastrarán a toda la empresa con ellos hacia abajo.

8. Falso

Pocas cosas desacreditan más a un líder que ser percibido por un falso. A veces, los líderes dicen algo que no creen, o endulzan la verdad para que la gente escuche lo que quiere. La gente dejará de confiar en él.

9. No conectar

El miedo a las relaciones hace vulnerables a los líderes. Si no se comunican no sabrán lo que de verdad piensan y necesitan sus empleados, y así nunca van a ser capaces de sacar lo mejor de ellos.

10. No tolerar los fallos

Un líder debe saber equivocarse. Muchos líderes reaccionan al fallo erróneamente: tratan de ocultarlo, culpan a otro, o se excusan en las circunstancias.

Publicado por el Economista

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