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Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, para el año 2050 la producción mundial de alimentos deberá incrementarse en un 70 por ciento para abastecer el aumento previsto de la población de 7.000 a 9.000 millones de habitantes.

No obstante, la Comisión Europea estima que cada añose desaprovechan más de 1.300 millones de toneladas de alimentos, es decir 1/3 de la producción mundial, de los que 89 millones de toneladasde comida en buen estado se despilfarran cada año en la Unión Europea y 8 millones en España.

Las pérdidas y el desperdicio de alimentos pueden producirse en todos los eslabones de la cadena alimentaria; en el campo, en las industrias de transformación, en la fase de distribución, en los comedores escolares y restaurantes y en las casas de los propios consumidores. Las causas no son siempre las mismas y varían según el tipo de producto, según la producción, el almacenamiento, el transporte, el envasado y por último, los malos hábitos o la falta de concienciación de los consumidores.

Hasta la fecha, no se ha prestado mucha atención a las consecuencias del no consumo de los alimentos  aprovechables, ni se ha realizado un estudio exhaustivo para ello. Las pérdidas y desperdicio de alimentos no solo representan, desde una perspectiva global, una oportunidad desaprovechada de alimentar a una población mundial en aumento, sino que en el actual contexto de crisis económica, en el que la sociedad atraviesa momentos difíciles y debido al cual  se ha incrementado el número de personas en situación de vulnerabilidad social,  la reducción de este desperdicio alimentario sería un paso preliminar importante para combatir el hambre y mejorar el nivel de nutrición de las poblaciones más desfavorecidas.

El Parlamento Europeo, el 19 de enero de 2012, en su propuesta de Resolución sobre cómo evitar el desperdicio de alimentos: estrategias para mejorar la eficiencia de la cadena alimentaria en la EU, insta a los Estados miembros y a los agentes de la cadena agroalimentaria a que aborden urgentemente el problema de las pérdidas y el desperdicio de alimentos a lo largo de toda la cadena de suministro y de consumo y formulen directrices sobre vías de mejora de la eficiencia de la cadena agroalimentaria sector por sector y las apoyen, y les insta a que incluyan esta cuestión como prioritaria en la agenda política europea.

Por todo ello, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha elaborado la Estrategia «Más alimento, Menos desperdicio”, que se enmarca dentro de las políticas de sostenibilidad promovidas por este Ministerio y que  tiene como finalidad fomentar la transparencia  el diálogo y la coordinación entre los agentes de la cadena alimentaria y las Administraciones públicas y desarrollar de manera organizada, coordinada y estructurada, actuaciones comunes que contribuyan a un cambio real en las actitudes, procedimientos de trabajo y sistemas de gestión de todos los agentes de la cadena,  que permita limitar las pérdidas y el desperdicio y reducir las presiones ambientales.

Debido a que el problema de las pérdidas y el desperdicio alimentario afecta a todos los eslabones de la cadena de suministro y que numerosos factores influyen en él, la Estrategia se enfrenta al reto de lograr la participación de todos  los sectores de la sociedad, involucrando en su elaboración y en su puesta en práctica a Administraciones Públicas, empresas y operadores relacionados con la cadena alimentaria, asociaciones y a la sociedad en su conjunto. Solo así es posible reducir las pérdidas y  el desperdicio de alimentos en todos los ámbitos de la cadena de suministro.

 Publicado por GOB.ES

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