CONSEJOS EMPRESARIALES
Muchos ”pre-postergamos” porque constantemente estamos intentando tachar tareas para liberar nuestra memoria de trabajo . ¿Cuántas veces se ha apresurado a terminar algo solo para encontrar que debe volver a hacerlo para arreglar errores? ¿Normalmente aborda primero las cosas fáciles de su lista de pendientes o dedica sus horas de clímax a la tarea más significativa? ¿Alguna vez se ha pasado todo el día respondiendo a correos electrónicos solo para darse cuenta que ya eran las 5 p.m. y que realmente no había trabajado?
Estas tareas podrían parecer productivas a corto plazo, pero apresurarse a terminar algo (cualquier cosa) desperdicia tiempo cuando tiene que volver a revisarlo y refinarlo. En lugar de estar ansioso por hacer las cosas rápidamente, enfóquese en hacer lentamente y mejor las cosas indicadas.
Los negociadores inteligentes saben cuándo tomar descansos
Un buen negociador pide tiempo fuera cuando necesita reagruparse. Si no está seguro de qué hacer, si algo lo molestó y necesita calmarse, o si quiere consultar con colegas que no están sentados en la mesa, no dude en tomarse un descanso. Es útil alejarse brevemente y evaluar la situación, especialmente si se entera de algo inesperado en la mesa de negociación . El descanso podría ser de 10 minutos o de varios días. Si le preocupa enviar la señal incorrecta, solo pida la oportunidad de ir al baño, revisar su correo electrónico o tomarse una taza de café. Pero es menos raro si establece desde el principio que cualquiera de las partes puede pedir un descanso en cualquier momento. De esa forma, no se ve raro si pide un descanso inmediatamente después que su contraparte ha sugerido una opción que le desagrade.
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